Canzone del padre
Canción del padre
"Vuoi davvero lasciare ai tuoi occhi
solo i sogni che non fanno svegliare".
"Sì. Vostro Onore, ma li voglio più grandi."
"C'è lì un posto, lo ha lasciato tuo padre.
Non dovrai che restare sul ponte
e guardare le altre navi passare
le più piccole dirigile al fiume
le più grandi sanno già dove andare."
Così son diventato mio padre
ucciso in un sogno precedente
il tribunale mi ha dato fiducia
assoluzione e delitto lo stesso movente.

“¿De verdad quieres dejar a tus ojos
sólo los sueños que no hacen despertar?”.
“Si, Su Señoría, pero los quiero más grandes”.
“Hay allí un sitio, lo ha dejado tu padre.
No tienes más que quedarte en el puente
y mirar los otros barcos pasar
los más pequeños dirígelos al río
los más grandes saben ya dónde ir”
Así me he convertido en mi padre
matado en un sueño anterior
el tribunal me ha dado confianza
absolución y delito, el mismo móvil.

   
E ora Berto, figlio della Lavandaia,
compagno di scuola, preferisce imparare
a contare sulle antenne dei grilli
non usa mai bolle di sapone per giocare;
seppelliva sua madre in un cimitero di lavatrici
avvolta in un lenzuolo quasi come gli eroi;
si fermò un attimo per suggerire a Dio
di continuare a farsi i fatti suoi
e scappò via con la paura di arrugginire
il giornale di ieri lo dà morto arrugginito,
i becchini ne raccolgono spesso
fra la gente che si lascia piovere addosso.

Y ahora Berto, el hijo de la Lavandera,
compañero de escuela, prefiere aprender
a contar sobre las antenas de los grillos
no usa nunca pompas de jabón para jugar;
sepultaba a su madre en un cementerio de lavadoras
envuelta en una sábana, casi como los héroes;
se paró un momento para sugerirle a Dios
que siguiera con lo suyo
y se largó con el miedo de oxidarse,
el periódico de ayer lo da por muerto oxidado,
los enterradores los recogen a menudo
entre la gente que se deja llover encima.

   
Ho investito il denaro e gli affetti
banca e famiglia danno rendite sicure,
con mia moglie si discute l'amore
ci sono distanze, non ci sono paure,
ma ogni notte lei mi si arrende più tardi
vengono uomini, ce n'è uno più magro,
ha una valigia e due passaporti,
lei ha gli occhi di una donna che pago.
Commissario io ti pago per questo,
lei ha gli occhi di una donna che è mia,
l'uomo magro ha le mani occupate,
una valigia di ciondoli, un foglio di via.

He invertido el dinero y los afectos,
banco y familia dan intereses seguros,
con mi mujer se discute el amor
hay distancias, no hay miedos,
pero cada noche ella se me rinde más tarde;
vienen hombres, hay uno más delgado,
tiene una maleta y dos pasaportes,
ella tiene los ojos de una mujer que pago.
Comisario yo te pago por esto,
ella tiene los ojos de una mujer que es mía,
el hombre delgado tiene las manos ocupadas,
una maleta de colgantes, un mandato de expulsión.

   
Non ha più la faccia del suo primo hashish
è il mio ultimo figlio, il meno voluto,
ha pochi stracci dove inciampare
non gli importa d'alzarsi, neppure quando è caduto:
e i miei alibi prendono fuoco
il Guttuso ancora da autenticare
adesso le fiamme mi avvolgono il letto
questi i sogni che non fanno svegliare.
Vostro Onore, sei un figlio di troia,
mi sveglio ancora e mi sveglio sudato,
ora aspettami fuori dal sogno
ci vedremo davvero,
io ricomincio da capo.

No tiene ya la cara de su primer hachís
es mi último hijo, el menos querido,
tiene pocos trapos con que tropezar
no le importa levantarse, ni siquiera cuando ha caído:
y mis excusas prenden fuego
el Guttuso, aún por autenticar,
ahora las llamas me envuelven la cama
estos los sueños que no hacen despertar.
Su Señoría, eres un hijo de puta,
me despierto de nuevo y me despierto sudado,
ahora espérame fuera del sueño,
nos veremos de verdad
yo vuelvo a empezar de cero.

   

Una de las canciones más intensas y llenas de simbología. Los libros y las contribuciones en la red ayudan en la interpretación, pero sigue siendo una explicación hipotética: solo De André o Giuseppe Bentivoglio podrían confirmarla. Resumiendo, en el primer sueño el empleado lanza una bomba en un baile de celebridades, destruyendo a los "socios vitalicios" del poder. Al hacerlo, le da espacio a un nuevo poder, que le es agradecido (“Sueño número dos”), tanto que no lo condena y, en este pasaje, le preguntan qué quiere hacer con su vida. En palabras de De André: "'La canción del padre' proviene de la necesidad que tiene el poder de renovarse. Entonces, quien sea más fuerte que el poder a cargo, a quien tenga no solo la edad sino también las fuerzas para tomar el poder, se le pone primero a prueba - y luego de manera definitiva - para ver si pueden convencerle para auparse a ese mismo poder que el protagonista aborrece. Pero esta es una solución de continuidad y no una ruptura con el poder establecido, tanto que al final de la historia el protagonista no acepta este tipo de engaño - dándose cuenta que tendría que ocupar el lugar de su padre como instrumento para la “renovación” del poder -, por lo que decide comportarse como un anarquista y enviar a todos a paseo".

¿De verdad quieres dejar a tus ojos
sólo los sueños que no hacen despertar
?

En las primeras líneas le ofrecen al empleado los "sueños que no despiertan", es decir, aquellos de ojos llenos de ideales, de ambiciones (alguien diría, por el contrario, sueños tranquilizadores, alienantes). El empleado , sin embargo, les plantea: los quiere más desafiantes, más grandes. Se le ofrece el lugar de su padre, bien ubicado en la estructura de poder: puede detenerse en un puente y mandar a las personas que se encuentran debajo de él ("a los más pequeños dirígelos al río") y dejar tranquilos a los que jerárquicamente están arriba (“los más grandes saben ya dónde ir"). El empleado acepta y asume el lugar del padre ("matado en un sueño anterior", en el “baile de máscaras”), y confirmando que el tribunal le ha dado confianza: "absolución y delito, el mismo móvil ".

Y ahora Berto, el hijo de la Lavandera,
compañero de escuela, prefiere aprender
a contar sobre las antenas de los grillos.

Inmediatamente, sin embargo, el escenario se vuelve oscuro. Su compañero Berto, quien en una versión anterior era Paolo, probablemente tuvo que dejar de estudiar. Ahora aprende a contar "sobre la antena de los grillos", es decir, al aire libre y no en una clase en la que no tiene derecho a entrar. Ya no puede participar en los juegos de aquellos que tienen tiempo y dinero (las "pompas de jabón"). Entierra a su madre, la Lavandera, en un cementerio de lavadoras, casi como un mártir del trabajo, de "su" trabajo, que el progreso ha matado. Es un vencido que se dirige a Dios solo para pedirle que lo deje en paz, visto que no le ha ayudado. Intenta escapar para no morir de pobreza y enfermedad ("oxidado"), pero no tiene éxito como muchos, demasiados, que son recogidos por los sepultureros en medio de la indiferencia de todos.

He invertido el dinero y los afectos
banco y familia dan intereses seguros
.

Después de haber visto a su compañero Berto en un sueño, el empleado regresa a vivir a la casa de su padre - ya muerto - todo obsesionado (el empleado) por acumular dinero y afectos, incluso si la relación con su esposa muestra grietas ("discutimos", "hay distancias"); se habla de la esposa, pero "cada noche ella se me rinde más tarde", es probablemente una prostituta con un protector ("uno más delgado"). El protector se presenta, con la maleta de la mujer y dos pasaportes (presumiblemente falsos) en casa del empleado, que ahora es un hombre de poder. Le pide al comisionado que se asegure de que la mujer/amante/prostituta sea liberada de su protector, de hecho lo exige. Inmediatamente presenta una orden de expulsión al hombre delgado, además de dinero que el empleado ha debido desembolsar para comprarle ("una maleta de colgantes").

No tiene ya la cara de su primer hachís
es mi último hijo, el menos querido.

La escena vuelve a cambiar pero nos quedamos en la familia. Se habla del último hijo (del empleado), el menos querido y, por lo tanto, el menos seguido y cuidado por su padre. Ahora - el hijo del empleado - se presenta envejecido y súcubo (demonio en forma de mujer en las leyendas medievales) por la adicción a las drogas ("no tiene ya la cara de su primer hachís "), quizás porque abandonado por su padre ya no puede reaccionar incluso cuando es víctima de algún abuso. También se podría pensar, en un giro del argumento, que este último hijo es el mismo empleado (que hasta ahora ha jugado con el padre en el sueño) y que la adicción al hachís no es más que la adicción a la realidad dibujada por el poder.

Al final de la canción el empleado presenta unas excusas para justificar su vida alejada de sus ideales iniciales - el Guttuso (pintor italiano) aún por autenticar, la cama que se enciende ... - dándose cuenta de que no son nada más que fantasías, ¡son pesadillas! De hecho, el empleado se despierta empapado, envía al juez fuera del sueño prometiéndole verle en el mundo real, pero ya como un hombre nuevo, desembarazado de ese mundo de poder representado por ese sueño de jueces, poder ... Así en las notas del disco se dice: "Comprendió que de cualquier manera es un hombre acabado, sin posibilidad de recuperación, que sus gestos siempre serán individualistas, dirigidos a su necesidad personal, y que pese a subir por la escalera del poder no consigue escapar de su condición de aislamiento, de angustia. La bomba que en el sueño había sido arrojada con fuerza, con rabia, por venganza, ahora, en realidad, se convierte en meros momentos de embriaguez y, obviamente, de lucidez". En versiones anteriores hay un par de variaciones; uno cuando dice sobre su hijo: "Ahora roba los gestos en los ojos de los ladrones" y otro cuando se despierta y, en lugar de decir "ahora espérame fuera del sueño ", dice: " tengo el placer de decirte / decirte que me he despertado".

"Il libro del mondo. Le storie dietro le canzoni di Fabrizio De André" (Walter Pistarini)

 
Versiones de la canción:
     - Storia di un impiegato (1973) (Estudio)
     - I concerti 1975/1976 - "La Bussola" (2013)