La Pittima es un personaje de la antigua Génova al que los ciudadanos acaudalados, le asignaba la ardua tarea de exigir a los morosos insolventes, el dinero adeudado; es decir una especie de "hombre del frac" actual.
La Pittima era en la Génova de entonces un marginado social que, por sus precarias cualidades física, no tenía muchas más posibilidades laborales que la de Pittima; el final de la canción nos desvela la gran humanidad de este que llega al punto de dar lo que puede de lo suyo a quien no puede pagar.
Después de la historia muy mediterránea de "Sinàn Capudàn Pascià", volvemos a la ciudad, a Génova, por supuesto. Aquí nos encontramos con un personaje de aquellos que con mucho gusto evitaríamos. Es un verdadero y justo recaudador de créditos no pagados, la figura de la "pittima".
Así es como Fabrizio la presenta: "La 'pittima', hoy en día se le considera una persona fatigosa, estricta e implacable en su determinación, a la que se le dió la tarea en la antigua Génova de cobrar las deudas de los acreedores insolventes. El personaje es el resutldo de una 'marginación social (al menos como lo describo) principalmente debido a sus deficiencias físicas: ¿Qué puedo hacer /
si no tengo brazos de marinero /
si al final de los brazos / no tengo manos de albañil /
y mis puños duros como los nidos /
mi tórax tiene la anchura de un dedo /
lo justo para esconderme con el traje tras un hilo?.
Este es el lamento de quienes han sido forzados por una naturaleza que no es benevolente a elegir, para sobrevivir, un trabajo que sin duda es impopular. Dice una canción bretona de 1400: "No iré a pescar porque estoy un poco cojo, esto no me impide amar el mar como los viejos". Entonces me imaginé a mi mismo como un pájaro que no puede abrir sus alas y está destinado a alimentarse de los desechos del patio".
La 'pittima' de Fabrizio se da cuenta de que es impopular, pero se justifica a sí mismo por no haber tenido muchas otras opciones, limitado como estaba por su físico que una naturaleza poco generosa le había reservado.
La primera parte de la canción está completamente dedicada a esta explicación: los brazos débiles, el tórax fino. Luego, el protagonista cuenta cómo hace su trabajo. Sin violencia, recordando tímidamente a los acreedores que deben pagar. La única táctica que usa es pedir los créditos entre la multitud, para que los acreedores, avergonzados, paguen. Y si alguien protesta le recuerda que vivir es caro, pero es barato para quienes piden dinero prestado sin devolverlo. Al final se asoma algo de humanidad, cuando la 'pittima' dice que, si se da cuenta de que el acreedor es un hombre pobre, pone de su propio dinero
Aunque para describir al personaje se le ha ubicado en Génova, con poco esfuerzo se puede imaginar a personas con la misma tarea ingrata en todas las ciudades del Mediterráneo y más allá.
La música de esta pieza se basa principalmente en percusión y bouzoki.
"Il libro del mondo. Le storie dietro le canzoni di Fabrizio De André" (Walter Pistarini) |