Parlando del naufragio della
London Valour

Hablando del naufragio del
London Valour
 

I marinai foglie di coca digeriscono in coperta
il capitano ha un'amore al collo venuto apposta
        dall'Inghilterra
il pasticcere di via Roma sta scendendo le scale
ogni dozzina di gradini trova una mano da pestare
ha una frusta giocattolo sotto l'abito da tè.

E la radio di bordo è una sfera di cristallo
dice che il vento si farà lupo il mare si farà sciacallo
il paralitico tiene in tasca un uccellino blu cobalto
ride con gli occhi al circo Togni
quando l'acrobata sbaglia il salto.

E le ancore hanno perduto la scommessa e gli artigli
i marinai uova di gabbiano piovono sugli scogli
il poeta metodista ha spine di rosa nelle zampe
per far pace con gli applausi per sentirsi più distante
la sua stella sì e oscurata da quando ha vinto la gara del         sollevamento pesi.

E con uno schiocco di lingua parte il cavo dalla riva
ruba l'amore del capitano attorcigliandole la vita
il macellaio mani di seta si è dato un nome da battaglia
tiene fasciate dentro il frigo nove mascelle antiguerriglia
ha un grembiule antiproiettile tra il giornale e il gilè.

E il pasticciere e il poeta e il paralitico e la sua coperta
si ritrovarono sul molo con sorrisi da cruciverba
a sorseggiarsi il capitano che si sparava negli occhi
e il pomeriggio a dimenticarlo con le sue pipe
         e i suoi scacchi
e si fiutarono compatti nei sottintesi e nelle azioni
contro ogni sorta di naufragi o di altre rivoluzioni
e il macellaio mani di seta distribuì le munizioni.

Los marineros digieren hojas de coca en cubierta
el capitán tiene un amor al cuello venido a propósito
        de Inglaterra
El pastelero de via Roma baja la escalera
cada docena de pasos encuentra una mano que pisar
tiene una fusta de juguete debajo de su traje de té.

Y la radio de a bordo es una esfera de cristal
dice que el viento se hará lobo, el mar se hará chacal.
El paralítico guarda en el bolsillo un pájaro azul cobalto
ríe con sus ojos al circo Togni
cuando el acróbata falla el salto.

Y las anclas han perdido la apuesta y sus amarres
los marineros, huevos de gaviotas, llueven sobre las rocas.
El poeta metodista tiene espinas de rosas ​​en sus piernas
para hacer paces con los aplausos, para sentirse más distante
su estrella se ha oscurecido desde que ganó el concurso de         levantamiento de pesas.

Y con un chasquido de lengua se parte el cabo de la orilla
roba el amor del capitán destrozándole la vida.
El carnicero, manos de seda, se ha dado un nombre de guerra
tiene vendadas dentro del frigo nueve mandíbulas antiguerra
tiene un delantal antibalas entre el periódico y el chaleco.

Y el pastelero y el poeta y el paralítico y su manta
se reencontraron en el muelle con sonrisas de crucigrama
para beber al capitán que se disparó en los ojos
y por la tarde para olvidarle con sus pipas
        y su ajedrez
y se olían unos a otros en insinuaciones y en acciones
contra todo tipo de naufragios u otras revoluciones
y el carnicero, manos de seda, distribuye las municiones.

     
     

Esta canción es de difícil compresión, a pesar del largo y explicativo título. Para dificultarlo contribuyen dos elementos: primero el texto, hermético, que deviene más de imágenes que de un discurso; en segundo lugar en la focalización del argumento que no se centra, como podría parecer, en el naufragio sino de forma airada, en el público que observa la tragedia.

Esta forma de lectura es confirmada por el propio De André en una entrevista publicada en las fechas de publicación del disco: "Era una escena para sadomasoquistas, todos ellos eran pequeños burgueses que salían en coche de la plaza de Ferrari para ir a ver la tragedia en el puerto. Es otro episodio que desvela los sentimientos de aquellas personas carroñeras. Por una chocolatina más, están dispuestos a degollar al vecino. Yo también soy un pequeño burgués: solo que yo lo sé, por desgracia".

La tragedia tuvo lugar el 9 de abril de 1970. El barco "London Valour", fondeado en Génova, naufragó debido al mal tiempo ante los ojos de los genoveses, estrellándose contra el rompeolas. Murieron veinte personas, incluido el comandante del barco y su esposa.

La canción sigue dos vías narrativas: la agonía del barco y la gente que se mueve por la ciudad. Las primeras cuatro estrofas tienen la misma estructura: dos versos dedicados al barco y tres versos dedicados a la pequeña burguesía que asisten al naufragio.

Primera estrofa:
La primera estrofa alude a la tripulación y al hecho de que el oficial al mando tenía a su esposa inglesa con él en el barco.

El "pastelero de via de Roma" introduce el análisis de los personajes genoveses, es decir, de los llamados virtuosos que son, de hecho, los más viciosos. Hombres de fachada, a quienes Fabrizio odiaba tanto, que hacían pasteles para los niños pero luego buscaban manos que pisar mientras bajanban escaleras y escondían objetos de prácticas sadomasoquistas bajo elegantes vestidos. Además hay un juego sobre la ambigüedad de la palabra 'fusta' que también recuerda a la fusta para batir huevos, que es la herramienta de los pasteleros.

Segunda estrofa:
Parece que una de las principales causas de la tragedia fue la subestimación de la información de radio que lanzó la alerta sobre el empeoramiento de las condiciones climáticas. "El barco, que transportaba una carga a granel, era un steamer, es decir, un barco de vapor, no un barco a motor. Estaba a la espera , fondeado, cerca del dique exterior. La radio de a bordo, sin saberlo los oficiales, recibió la advertencia de tormenta. Para arrancar un barco de vapor se necesitan unas horas..."

La segunda parte de esta estrofa es crucial para entender la lógica de la canción. Se habla de un paralítico, por lo tanto, de una persona que sufre, que llama nuestra atención, consideración, compasión, ayuda ... Pero este paralítico atormenta a un pájaro en su bolsillo y es un hombre que disfruta viendo a alguien que sufre (el acróbata que falla el salto). Massimo Bubola comenta: "La imagen es una referencia a 'Hombres y Ratones' de Steinbeck. Incluso las personas aparentemente inocentes, frágiles y desafortunadas pueden cometer atrocidades impredecibles. El paralítico tiene en su bolsillo un pájaro azul cobalto y lo atormenta continuamente como si fuera un llavero. Fabrizio y yo queríamos desacreditar ciertos tópicos. El paralítico fue uno de tantos alegres espectadores que vieron a los marineros morir entre las olas".

Tercera estrofa:
El barco se mueve, sacudido por las olas. El ancla se ha soltado del fondo marino y sus amarres son derrotados por el mar.

De la referencia al "poeta metodista", Bubola nos cuenta que nació como una figura de fantasía, sin nombre y apellido preciso, pero que pretende representar a los personajes que con su arte buscan aplausos, aprobación: frustados por ambiciones perdidas (las "espinas de rosas"), siempre en lucha con los advesarios, como si se tratase de un concurso de levantamiento de pesas en lugar de arte.

Cuarta estrofa:
Entre los diversos intentos de salvar a la tripulación, también estuvo el uso de un tipo de teleférico para llevar a las personas de a bordo a tierra. Desafortunadamente, también, este intento falló y la esposa del capitán, saltó del arnés, chocando contra las rocas.

El "carnicero manos de seda" con delantal a prueba de balas es el estereotipo de "ciertos políticos en boga en aquellos años que creaban tensión social . Que se comportaban como carniceros y que querían tener como los carniceros las manos siempre limpias, suaves como la seda. Se consideraban ellos mismos antiviolentos, pero a menudo se sentían cómodos con la violencia. Además llevaban chalecos antibalas, porque entre sus corazones y el mundo exterior tenían una coraza que los mantenían alejados de todo sentimiento. Mandaban a los otros al frente y ellos se quedaban detrás".

Quinta estrofa:
La última estrofa , que tiene una estructura diferente, es un resumen. Todos los personajes mencionados en la canción se encuentran en el muelle para "beber al capitán que se disparó en los ojos", como si fuera un aperitivo. De hecho, el capitán, dolido por la tragedia de su esposa y la pérdida de la nave, se suicida: no disparándose sino dejándose ahogar. Pero rápidamente la "gente bella" olvidó el destino del comandante, todos con la intención de "olfatear" y unirse contra cualquier tipo de cambio (naufragio, revoluciones ...), con el carnicero mencionado distribuyendo municiones.

"Il libro del mondo. Le storie dietro le canzoni di Fabrizio De André" (Walter Pistarini)